La fibra de psyllium, además de tener propiedades nutricionales y metabólicas, se suele emplear como emulsionante, estabilizador e incluso como sustituto de las grasas para obtener productos con una textura mejorada.
El psyllium se puede añadir a pudins, bizcochos o panes en pequeñas cantidades para aprovechar su capacidad para absorber agua y mejorar la textura de las masas. Añadiendo mayores cantidades, también se pueden obtener productos con mayor jugosidad y mayor humedad, pero su mayor aplicación resulta como sustituto del gluten.
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